Reseña:

Tenía muchas ganas de escribir esta reseña que, por unas cosas u otras no he podido subir antes, pero aquí está. Para empezar, diré que me ha resultado curioso ver cómo en otros blogs le han dado a este libro una valoración tan positiva (incluso dándole la nota máxima) cuando a mí no me ha parecido tan bueno pero las razones os las voy a dar a continuación. En esta ocasión voy a separar la reseña en distintos apartados y así no os perdéis ni vosotros ni yo.

La portada: ha sido una de las pocas cosas que me ha gustado de este libro. Creo que es muy atractiva, que llama la atención y, otro punto a su favor es el tacto tan peculiar parecido al de la saga "Oscuros".

La sinopsis: prometía algo que después no he visto en la trama. Parecía una novela de intriga y algo aterradora con brujas como protagonistas. Nada más lejos de la realidad. Es bastante predecible el final, el medio y hasta el principio.

La protagonista: es de las más patéticas que he leído hasta ahora (y mira que hay patéticas en la historia de la literatura juvenil). Insegura hasta decir basta, ñoña, tonta y fácilmente manipulable. Lis, la prota, ha sufrido bullying en su anterior colegio, por eso se muda a vivir a Hollow Pike, a casa de su hermana y el marido, para intentar cambiar de aires. Allí descubrirá que el bullying también está presente en su nuevo instituto, solo que esta vez ella es amiga de las acosadoras (¿qué me estás contando?) y las víctimas son tres chicos algo peculiares.

El resto de personajes: los más estereotipados que te puedas echar a la cara. Como muestra, un botón: los chicos son deportistas que oh, sorpresa están "buenísimos" y no saben hacer la "o" como un canuto; las chicas son guapísimas, van a la moda y se dedican a acosar en grupo al resto del instituto al estilo de "Chicas Malas". Por supuesto, las víctimas del acoso son los "raritos", que visten de negro ¿quién ha dicho cliché? y se rumorea que son brujos.

La trama: se suponía que iba a haber brujas (o al menos eso ponía en la sinopsis). ¿Aparecen? Sí, pero muy poco y solo en forma de leyenda. Además, cuando parece que el autor va a explicar algo de éstas se queda a la mitad y te deja con ganas de más. Como digo, no queda bien desarrollada.

El "amor" entre la prota y uno de los chicos deportistas: amor lo he entrecomillado porque para mí eso es obsesión. Acaba de conocer al chico y ya está enganchada a él e incluso le persigue por el instituto (really?):

“Acechar es una palabra muy fuerte, pero al sonar en todo el Instituto de Fulton el timbre de las tres y veinte, Lis se descubrió acechando a Danny Marriott”.

Pero no solo ella es la enamoradiza: el chico también es igual.

“-Buenas noche, Lis. Mañana me pasaré el día pensando en ti”.

El lenguaje del autor: creo que ha querido darle un toque demasiado juvenil, tanto que a veces el vocabulario queda un poco exagerado. ¿Quién dice que un chico es "divino"? ¿Somos "blandengues" por aceptar que tenemos pesadillas de vez en cuando? ¿Realmente es una dificultad el encontrarte en una fiesta con alcohol, drogas y chicos guapos y que tú no tengas interés por ninguna de estas cosas?

Pero no se queda ahí. Parece ser que no puedes levantar la mano el primer día de clase par decir que has leído un libro porque sino te etiquetan como ¿qué, culto?, ¿quién quiere que le llamen culto? ironía everywhere.

Pero lo que más me ha llamado la atención es una frase que parece sacada de una típica americanada:

“La chica alta y punki se paró, se volvió y miró a Laura directamente a los ojos, sin respeto alguno por su rango social”.

SIN COMENTARIOS.

Puntos a favor de la novela: 

Como véis, es una novela que tiene una buena historia detrás pero no está bien desarrollada y que tiene unos personajes odiosos y llenos de clichés. Aún así, la atmósfera que recrea el autor ha sido lo bastante buena para que haya terminado de leer el libro.